martes, 8 de marzo de 2016

Desconfianza.

Hoy viendo HMYV, el famoso programa del amor de telecinco, que más que amor es un culebrón. Es el sálvame de los jóvenes, la mayoría de los chicos de España lo ven. El programa se retroalimenta solo, los pretendientes se convierten en tronistas, salen confidencias, celos, orgullo y traición, pero no hay amor. Pero luego existen ecepciones; personas que verdaderamente se enamora, pero eso sucede de vez en cuando y por ahora solo unas pocas parejas han seguido después de haber pasado por el plató.

Actualmente en el trono está Ruth, una pretendiente polémica que estuvo pretendiendo a Manu, pero su amor por él no fue correspondido ya que éste se fue con Susana. Ahora es la tronista y está dispuesta a encontrar el amor, aunque parece que le ha mirado un tuerto porque esta chica no sale del agujero. Me gusta Ruth, ya que es una chica que es sincera y ha ido al programa de verdad y no ha hacer famoseo como otras. Ella intentó olvidar a Manu, pero donde hubo fuego ahora quedan brasas, y ella sigue empeñada en seguir buscando el amor.

Se enamoró de Iván su pretendiente favorito pero la desconfianza y el orgullo acabó por destrozar ese sentimiento que aunque ella lo niege sigue aflorando. A Iván le dieron el trono, ella sabía que se lo iban a dar y que él aceptaría. El orgullo nos hace mover montañas e hizo que Iván se moviera de la silla de pretendientes al famoso trono. Todos quieren el trono ya que da muchos seguidores, bolos y dinero, yo también querría ese ansiado trono.

Todo esto me hace reflexionar sobre si de verdad existe el amor en este programa, ¿se puede conquistar a una persona disfrazandote y haciendo el tonto delante de toda España? y la respuesta es sí.  Sino el programa ya se hubiera cerrado hace tiempo. Lo bueno del programa es que hay demasiada sinceridad, creo que les drogan antes de que entren a grabar porque sino no me explico como es que este tipo de gente cuenta todo y se dejan hacer lo que quieren. Pero obviamente no ocurre eso, sino que las personas que van allí son tan trasparentes y vacías que no les importa hacer el ridículo por unos minutos de tele.

Bueno pues Ruth en otra vida fue serpiente porque le gusta arrastrarse. Primero estaba súper- hiper-mega enamorada de Iván, este le dijo de irse fuera a seguir con su relación, pero ella le dijo que no porque creía que cuando estuvieran fuera él la iba a dejar e iba a coger el trono, la verdad es que yo también lo pienso. Luego Ruth fue detrás de él para irse fuera pero ya era demasiado tarde; él tenía el trono y obviamente no se iba a ir con Ruth, ella ha quedado como una arrastrada. Pero al final Iván le ha dado la vuelta a la tortilla y en vez de quedar como lo que de verdad es: un convenido, ha quedado como un santo: santo Iván del trono. Bravo Iván eres el más listo, ole tú (ironía). Me parece que es un prepotente y un orgulloso.

La palabra que más destaca en todo este texto es la desconfianza. A veces tenemos un sexto sentido que nos hace rechazar a ciertas personas, y Ruth lo tuvo desde el primer momento pero no supo cortarlo hasta que la cosa se ha desbordado. Ruth se ha sentido utilizada y yo también lo creo, es más me sineto identificada porque también me he sentido utilizada en algún momento de mi vida. ¿Qué aprendemos de todo esto? Que si desde primer día desconfiamos de alguien aunque estemos enamoradas nos guiemos por nuestra intuición y que lo mandemos al campo a coger amapolas.





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